+¿Y qué esperabas? ¿Qué me acercara yo? No tenía nada que decirte. Encima de que me has intentado quemar como unas 5 veces seguidas con un cigarro, ¿esperabas que te dijera algo?
Y te echaste a reír, y me perdí, y me miraste, y mi cuerpo se acerco a ti, y me agarraste, y lo último que oí es como me decías en el oído:
-Enserio, no tengo novia, lo que pasa es que me gustas tú, y pensaba que pasabas de mi, pero ahora que has venido he visto que no pasas de mi…
Y solo sentía tus manos en mi, acariciándome, tu boca por todos los lados, tímida, y me rendí, en ese momento me rendí, y te bese, te bese con tantas ganas que tuve miedo de hacerte daño, pero por lo visto, los dos teníamos muchas ganas.
Media hora, una hora… no se cuanto tiempo paso, pero ninguno de los dos se quería ir de allí.